Yo nunca enseñé a mis hijos
que le teman al "Señor"
a mi señor, Jesucristo
único hijo de Dios
y de la virgen María
la madre del redentor.
Que no esperen su castigo
ni pruebas de medición
para ver cuanta es su fe,
su creencia, su fervor
que no crean que está a la caza
de hasta el más mínimo error
para brincar y cobrarles
su falta sin compasión.
Al contrario, les he dicho
que es tabla de salvación
es su escape espiritual
su demostración de amor
que si lo buscan, lo encuentran
pues nunca les dirá "No"
que pueden hablar con él
abrirle su corazón
y dejar que allí se quede
se llenen de su oración,
de su paz, misericordia
y que aprendan el valor
de ser justos como él
que en su momento intentó
que los hombres convivieran
en plena conciliación.
Y habrá quien todavía crea
que los curas todos son
portadores del mensaje
que nuestro Señor sembró?
Yo estoy segura que no
que a muchos se le olvidó,
que cambiaron por los lujos
la palabra del Señor
que hasta las misas ofician
de acuerdo a la condición
del feligrés que la escucha,
y alargan la explicación
del evangelio si piensan
que este sea un buen postor
y no un pastor como Cristo
que nunca en eso pensó.
Es por eso que nosotros
vemos diferente a Dios
no lo culpamos de nada
pues él no participó
ni en las muertes, ni discordias
que el propio hombre se inventó
y por cobardía dice
¡Es que así lo quiso Dios!
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