Escribir yo para ti
me llena de un gran dolor
porque no puedo lograrlo
sin llorar de la emoción.
Pronto diez años hará
que hubo que decirte adiós
sin comprender el por qué
pues nadie me lo explicó.
Solo te dejé de ver
un día por decisión
de los que creían saber
que eso sería lo mejor.
Y cómo me lamenté
ante aquella decisión
cuanto yo me pregunté
si tal vez en tu interior
te llegaste a preguntar
"Y Dora... que no volvió,
que me abandonó justico
cuando la necesitaba yo".
Lo acepté con la esperanza
que sería tu sanación
y podríamos conversar
sobre aquella situación,
pero el destino tenía
ya en mira otra solución
y nos separó de un todo
¡Qué golpe duro nos dio!
Yo se que todos los días
te tengo en mi corazón
no creas que como un recuerdo
como amor fresco.... de hoy
y solo encuentro algo bello
de toda esta situación
y es que mi ángel de la guarda
su rostro me reveló
y qué alegría, es el tuyo
¡Mary de mi corazón!
martes, 10 de febrero de 2009
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